Hola a todos!!, soy Moni y hace siete años golpeé la puerta del C.E.T El Faro y me las abrieron con generosidad.
Mi profesión es Psicomotricista y aquí en el Faro me desempeño como Orientadora del grupo Rojo. Les cuento algunas partes de mi vida que se relacionan con lo que hoy vivo cada día.
Mientras cursaba el último año del secundario comencé a pensar qué podía estudiar y siempre tuve claro que sería alguna carrera del área de las humanidades, pero no estaba segura cual.
Mientras seguía indagando mi vocación me invitaron a participar de un Grupo en el colegio del Huerto, se llamaba “Amigos de San Ignacio”. Allí concurrían personas con “discapacidad” y el objetivo del grupo era simplemente compartir entre todos un día entero cada mes.
En cada encuentro sentía que podía ser los brazos, los ojos y las piernas de otros pero también que ellos eran todo lo que yo no tenia.
Estoy convencida que no fue casualidad que una persona se acercara a invitarme ya que es a partir de allí que me decidí a estudiar Psicomotricidad y a trabajar de ello.
Después de todos estos años aprendí que formamos rótulos para definir a las personas; en realidad solo somos diferentes pero iguales en valor.
En el encuentro de cada día con los niños puedo recibir dulzura, sinceridad, pureza. Siempre los chicos me sorprenden en algo, siempre me animan a seguir apostando Cuantos regalos!! Ellos son los que me enseñan a mí y son muy pacientes.
Por otro lado pienso que las cosas tienen mas sentido cuando vivimos también las aristas y las transformamos ya que veces nos cansamos, nos sentimos agobiados cuando vemos a los chicos sufrir pero es solo desde ese lugar donde ponemos mas esfuerzo y tratamos de mejorar.
Estoy muy agradecida de conocer a muchos padres que son un ejemplo de lucha incansable, de paciencia, de esfuerzo y sobre todo de amor, ya que disfrutan y valoran cada pequeño logro y la singularidad de su hijo.
Gracias a Dios que quiso que hoy este aquí y gracias chicos por permitirme formar parte de sus vidas.